domingo, 26 de noviembre de 2017

Juego libre vs Juego dirigido

Seguimos hablando del juego, esta vez del juego libre y del juego dirigido.

El juego dirigido, como su propio nombre indica, es dirigido por el adulto para conseguir un objetivo específico. Es este quien diseña en juego, el ambiente en el que se va a realizar, dice y controla las normas, etc. Este tipo de juego se sucede en un espacio y tiempo limitados.

El juego libre, sin embargo, es espontaneo. El niño juega con su propio cuerpo, con los objetos o juguetes de alrededor, con otros compañeros, etc. Siempre siguiendo su instinto, sin reglas.

Me gustaría dejar aquí una presentación que resulta muy aclaratoria y visualmente fácil de comprender con respecto a los beneficios y puntos negativos de ambos, y que ayudará a indagar más sobre estos juegos:

https://prezi.com/517txmv02plk/juego-libre-vs-juego-dirigido/


Ambos tipos de juego tienen sus ventajas y desventajas, por lo tanto: ¿Cuál debemos elegir para llevar a cabo en nuestras aulas?

En mi opinión, en el término medio está la virtud.

Pienso que los juegos dirigidos o semidirigidos son muy útiles ya que nos permitirán desarrollar en el alumno una serie de habilidades que se deben trabajar en estas edades, además de que el maestro podrá decidir el juego que más le interese según la situación, propiciando que todos los niños jueguen con todos sus compañeros o que algunos niños intenten hacer cosas que no intentarían de forma autónoma. Sin embargo, el juego libre estimula la creatividad y espontaneidad del alumno, y le permite aprender mediante descubrimientos que hace él mismo con respecto a problemáticas que le vayan surgiendo durante el proceso de juego.

Por lo tanto, concluyo que es buena idea variar los estilos de juego, de forma que los alumnos no tengan que hacer siempre lo mismo y se vean motivados ante las distintas situaciones. No debemos olvidar, además, que aunque realicemos juego libre, debemos proporcionar a nuestros alumnos un ambiente de aprendizaje pensado para su desarrollo y dotado de materiales u objetos que permitan al niño investigar y vivir nuevas experiencias.




viernes, 17 de noviembre de 2017

Los juegos de colaboración-oposición

Existe una amplia y muy variada gama de juegos en los que la clase se divide en grupos, los cuales compiten por conseguir un objetivo pero, al mismo tiempo, entre los integrantes del grupo existe una relación de cooperación que les permita establecer planes de actuación con el fin de conseguir su objetivo y superar a rival.

Este tipo de juegos son los juegos de cooperación-oposición, en los que se dan ambos extremos.

Ya hablamos en la entrada anterior sobre los beneficios que tenía la cooperación entre compañeros, pero, ¿y la oposición?

Los juegos de oposición son los que, posteriormente, introducen al alumno a deportes como el baloncesto, el fútbol, el tenis, el balonmano, el volley, y un amplísimo etcétera. 

Esta clase de juegos se encuentran muy criticados debido a la visión tan extremista a la que se ha llegado. Se dan muchas situaciones en las que los niños se vuelven demasiado competitivos hasta el punto de ser agresivos. Solo quieren ganar, no admiten la frustración que supone una derrota, no disfrutan del juego sino que solo piensan en conseguir su objetivo por encima de sus compañeros, en ser mejor que los demás... Todo esto acaba desembocando en una actitud egoísta, muchas veces fomentada por los propios padres, que se toman las victorias de sus hijos como algo personal y buscan su propia felicidad y satisfacción al poder presumir de que su hijo "es el mejor" y se olvidan completamente de si el niño está disfrutando realmente del juego o deporte que está realizando. 

Esta situación también puede darse a la inversa. Hay niños que pueden llegar a sentirse frustrados porque siempre pierden y se sienten desmotivados, piensan que siempre van a hacerlo mal y esto, claramente, afecta a su autoestima y a la visión que tienen de ellos mismos. 

Pero, en mi opinión, los juegos de oposición no son malos en sí mismos. 

Es decir, sabiendo emplearlos correctamente, los juegos de oposición pueden ser muy útiles. La competición tiene una serie de beneficios en el alumnado, lleva al sujeto a mejorar sus capacidades a partir de situaciones de estrés que le obligan a esforzarse más. Además resultan motivadores para los alumnos por ese espíritu de superación y ese incentivo de competir para ganar algo, ya sea una recompensa física o la felicitación por parte de los alumnos y maestros. 

Otro punto fuerte a favor de estos juegos es la toma de decisiones. El alumno no está solo a la hora de actuar ya que tiene compañeros en el mismo equipo, pero además, tiene que competir con otros compañeros, lo que planteará una problemática añadida al objetivo principal. 
El alumno tiene que decidir, por ejemplo, si salvar al compañero que han pillado, si correr hacia el objetivo final, si dejar que lo pillen para que otro compañero pueda conseguir ese objetivo, etc. 
Son muchas y muy variadas las posibles situaciones que se pueden dar en el juego, y ayudarán a los niños a buscar distintos enfoques en la resolución de problemas. 

En definitiva, podemos comprobar que los juegos de oposición no son tan malos, pero que debemos saber darles un enfoque que lleve a los niños a entender que no pasa nada si pierdes, que lo importante es divertirse, y que ganar no te hace mejor a otros, sino que todos somos compañeros y todos somos iguales, unos días se gana y otros días se pierde y no pasa absolutamente nada. en mi opinión hay que dejar de lado las descalificaciones, y motivar a los niños que no ganen en esa ocasión ofreciéndoles palabras de ánimo para que se esfuercen la próxima vez. 
También sería importante hacer una reflexión al final del juego para que ellos mismos se cuestionen, con ayuda de la maestra, si se han divertido, si se han ayudado, que cuenten anécdotas, si se alegran de que su compañero o compañeros hayan ganado... Y hacer una puesta común de sentimientos a fin de compartirlos y entenderlos. 

Como dijo Pierre de Coubertin, pedagogo francés y fundador de los actuales juegos olímpicos: 
"Lo más importante del deporte no es ganar, sino participar, porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo"


viernes, 10 de noviembre de 2017

Los juegos cooperativos

El juego cooperativo es un juego se persigue un objetivo de grupo, que será alcanzado gracias a la ayuda mutua dentro de las interacciones y a los procesos de cooperación entre los alumnos.

Los juegos cooperativos proporcionan a los alumnos una serie de beneficios como son:

  • Desarrollar la confianza en uno mismo y en los demás. 
  • Comprender e interpretar los sentimientos y accione de sus semejantes. 
  • Aprender a relacionarse en grupo, siendo consciente de la influencia de las propias acciones y de las ajenas. 
  • Aprender a no juzgar y perder el miedo a ser juzgado. 
  • Superar la vergüenza y los miedos, disfrutando del juego en grupo y de las relaciones con los demás. 
  • Aprender a valorar la importancia del trabajo en grupo y de los compañeros, siendo las relaciones sociales parte fundamental de nuestra vida.
  • Entender las relaciones de igualdad entre compañeros, evitando la discriminación. 

Dentro de la educación física podemos encontrar un amplio abanico de posibilidades de acción cooperativa, hay gran cantidad de juegos que tienen como fin esa consecución de un objetivo común y que proporcionará la acción de interacción entre los alumnos.

El juego cooperativo en Educación Física es entretenido y motivador, por lo que dará lugar a un aprendizaje significativo en el alumnado. Este tipo de juego surge libremente, es espontaneo, pero siempre influenciado por la cultura y la sociedad en la que se desarrolla, y condicionado por las vivencias del alumno.

El juego cooperativo es incierto, no se conoce el resultado final, ya que va a depender de las acciones que se den durante el juego. Hay que seguir unas normas de actuación para poder llevar a cabo unas interacciones cordiales, pero también entra dentro de este juego la resolución de posibles conflictos que puedan surgir.

En conclusión, los juegos cooperativos van a ser una muy buena alternativa en Educación Física, ya que no solo incluye los beneficios del juego en sí mismo, sino que también va a desarrollar en el niño diversos aspectos.

Ayuda al desarrollo cognitivo ya que mejora la inteligencia, la concentración y la creatividad. También ayuda al desarrollo afectivo ya que este tipo de juego se fundamenta en las relaciones con los compañeros, lo que va a ayudar a los niños a comprenderse mejor a sí mismos y mejorar su autoestima, así como las relaciones con los demás.

Por último, tiene un importante impacto en el desarrollo psicomotriz del niño, ya que al jugar el niño desarrolla las habilidades motrices básicas. Aquí juega un papel muy importante la maestra, ya que debe buscar la manera de que estos juegos sean apropiados y se adapten a aquello que se quiere desarrollar en cada momento.

Estos juegos no precisan de demasiados materiales y no son muy complicados de llevar a cabo. Sin embargo, resultan muy divertidos y aportan una gran cantidad de beneficios en los alumnos, lo que los convierte en un recurso ideal para llevar a cabo en Educación Física.


viernes, 3 de noviembre de 2017

La importancia del juego en Educación Infantil

El juego es algo inherente al ser humano. Mediante el juego adquirimos una serie de habilidades o destrezas sociales e intelectuales.

En cuanto a Educación Infantil, C. Pérez define el juego como "una actividad necesaria e innata que realizan los/as niños/as, de cualquier cultura y clase social, para proporcionarles entretenimiento y diversión. Esta actividad se realiza de forma voluntaria y espontánea." (p.11). 

El juego posee una serie de características que lo vuelven esencial en el desarrollo del niño: 


  • Se trata de una actividad espontanea y placentera, que favorece el aprendizaje por su carácter motivador y divertido. 
  • No precisa de un material específico, lo que contribuye al desarrollo activo de la creatividad. 
  • Favorece la socialización y la interacción del niño con otros semejantes y con el medio, contribuyendo a la exploración y el aprendizaje por descubrimiento, así como a la resolución de conflictos. 
  • Estimula la libertad, así como la liberación de tensiones y la expresión de ideas y sentimientos por parte del niño. 

En Educación Física se puede abordar el juego de maneras muy diversas que presentarán en el niño infinidad de beneficios. Por ejemplo: 
  • Activa los músculos ya que abarca casi todos los movimientos corporales.
  • Fortalece el organismo. 
  • Ayuda al control de la respiración. 
  • Favorece a un buen funcionamiento cardiovascular. 
  • Mejora la coordinación y el desarrollo de estratégias. 
El juego en Educación Física puede ser dirigido, semidirigido o libre. Además puede ser cooperativo, de oposición, o mezclar ambos. Cada uno tiene una finalidad concreta y unos beneficios que explicaremos más adelante en otras entradas, dando a cada uno su espacio particular y ofreciendo ejemplos de cada uno de ellos para llevar a cabo en el aula. 


A modo de conclusión, está claro que debemos dedicar tiempo a que los alumnos jueguen, no solo en clase de Educación Física, sino también dentro del aula a través de las muchas estrategias que hay a nuestra disposición. 

Siempre va a ser importante tener un rincón del juego simbólico, tener juguetes o juegos de mesa en el aula, dedicar un tiempo de clase a la realización de juegos, permitir a los niños jugar en el patio de recreo, etc. 

Ya sea activo o pasivo,  juego va a permitir al niño expresarse, aprender ciertas normas sociales, y desarrollar su capacidad intelectual, entre otros. Por ello, no debemos quitarle a los niños este derecho, ya que estaremos cortando su desarrollo y su creatividad en muchos aspectos.

El sedentarismo en los niños

Las formas de juego y entretenimiento de los niños ha cambiado mucho en estos últimos años. A principios del siglo XX los niños aún jugaban...